miércoles, 28 de agosto de 2013

Los trastornos alimenticios se conocen como alteraciones en la conducta alimentaria caracterizadas por pensamientos y acciones de controlar el propio cuerpo y peso corporal. Entre estos se encuentra la Bulimia, la cual consiste en un patrón alimenticio compuesto por momentos de ingesta de alimentos seguidos por actos con el fin de eliminar las calorías consumidas.


Existen múltiples causas asociadas a la Bulimia como biológicas, psicológicas, sociales y culturales. De igual manera, surgen consecuencias relacionadas con los desencadenantes nombrados anteriormente. En este artículo el enfoque será en los efectos emocionales de esta enfermedad.



Las consecuencias emocionales pueden ser dificultad para expresar, manejar e identificar emociones en la propia persona y en otras personas, baja autoestima, necesidad de reconocimiento, aprobación constante, ansiedad y poco control de impulsos.

La Bulimia se caracteriza por alteración del aspecto corporal, problemas en la percepción e interpretación cognitiva de sí mismo y sensación de descontrol en diferentes esferas de la vida de la persona que la padece como el personal, social y corporal. Debido a la conexión entre cognición y emociones, se desencadenan múltiples consecuencias emocionales como actitudes negativas y de insatisfacción hacía el propio cuerpo.












Es importante revisar los pensamientos irracionales acerca de uno mismo para poder hacerlos conscientes y es fundamental buscar ayuda profesional  para combatir a esta enfermedad.

0 comentarios:

Publicar un comentario